¿Qué comer en Extremadura?

Seguro que ya sabes que la gastronomía extremeña es rica y variada apta para cualquier paladar. Te puedes encontrar con un asador de pollos en Mérida o decidirte por una sopa de tomate con pimentón de la Vera en Badajoz. Lo que tendrá en común toda la comida será una excelente calidad. 

Y es que la gastronomía extremeña, a pesar de lo sencillo de su elaboración, se basa en la extraordinaria calidad de sus materias primas: aceites de oliva, miel, pimentón, cerdo ibérico y sus derivados, corderos, pollos de corral, quesos, tortas... sin olvidarnos de los buenos vinos o incluso la comida a domicilio de un restaurante de fusión o un asador de pollos de Mérida.

En Extremadura son típicas las sopas que se elaboran a base de trozos de pan duro del día anterior. Esto deriva en sopas de tomate, de ajo, de antruejo, de patatas, etcétera. Y, por supuesto, si viajas en verano no puede faltar el tradicional gazpacho, algo diferente al andaluz, o las ensaladas de naranja o limón. 

Otro plato tradicional de la región extremeña son las migas, hechas a base de pan picado y sofrito de ajos, pimientos, pimentón y aceite de oliva. Una vez cocinadas se acompañan con lo que se quiera: chorizo frito, sardinas, huevos, etc. Tampoco debemos olvidarnos de la caldereta de cordero, la chanfaina extremeña o el zorongollo (ensalada de pimientos y tomates asados, no confundir con el 'zarangollo' murciano). 

¿Y de postre? Extremadura ofrece muchas opciones: desde unas perrunillas (dulces similares a las pastas), mantecados extremeños, postres fritos o la tarta Técula Mécula (originaria de Olivenza), entre otras muchas y variadas posibilidades que no te defraudarán.

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