Son muchas las personas que, pese a que no les gusta cocinar o no disponen del tiempo necesario para hacerlo, prefieren una buena comida casera antes que cualquiera de las posibles opciones de comida rápida como pizzas o hamburguesas preparadas industrialmente. Por eso, cuando conocen la extensa oferta de platos de nuestro asador de pollos en Mérida, se convierten en clientes habituales.

Uno de los platos de la carta de nuestro asador de pollos en Mérida, evidentemente aparte de los pollos asados, que tiene mayor éxito son las raciones de croquetas. Poca gente hay en España a la que no le gusten las coquetas, el caso de los extranjeros es diferente porque no es que no les gusten, es que sencillamente no las han probado jamás.

La croqueta es un plato que surgió como una forma de aprovechar los restos de comida y no tener que tirarlos a la basura. Se prepara una bechamel, se le añaden las sobras de un cocido, de un pollo o del plato de pescado que hubiésemos preparado y se deja enfriar. Una vez enfriado se parte en pequeñas porciones que se rebozan, por este orden, en huevo y pan rallado. Una receta muy simple… aparentemente, porque el caso es que no si colocas dos platos con croquetas, preparados cada uno de ellos por dos madres diferentes, seguro que hay diferencias entre unas y otras y es que probablemente no hay dos madres que las preparen de la misma forma.

Por eso, cuando en los Asadores Kikiriki, uno de los clientes, al comentar sobre las croquetas que se llevó en su último pedido, nos dice: “son muy parecidas a las que prepara mi madre”, sabemos que nos está ofreciendo el mejor de los elogios.